La economía chilena depende en gran medida de su capacidad exportadora al resto del mundo. En concreto, en relación con Europa, Alemania se ha presentado como el gran aliado comercial del país sudamericano en los últimos años.
Pese a tratarse de un mercado muy exigente, con altos estándares de calidad y con una exigencia normativa que marca tendencia en el resto del mundo, los productos chilenos se han hecho con un importante hueco en tierras centro europeas.
Desde que en 2003 entrase en vigor el Acuerdo de Asociación Política y Económica entre la Unión Europea y Chile, los intercambios comerciales entre Chile y Alemania se han visto reforzados hasta tal punto de que en 2013, las importaciones chilenas de productos alemanes alcanzaban un 37% del total de importaciones con origen europeo. Mientras que a su vez, Alemania se erigía como el segundo importador de productos chilenos dentro de Europa, sólo por detrás de Holanda.
Durante el período de vigencia del Acuerdo, se ha podido observar no sólo un aumento en el volumen de comercio entre ambos países, sino también una mayor variedad en los productos exportados, lo que ha supuesto que se incremente a su vez el número de empresas importadoras. Los productores mineros y la celulosa han sido los ejes principales de las relaciones comerciales entre ambos países, pero en los últimos años, el mercado alemán, y el europeo en general, ha comenzado a abrirse a nuevos productos con origen chileno como la fruta fresca, el vino o las carnes blancas y de cerdo.
Nuevas oportunidades de negocio se abren para las empresas chilenas que estén dispuestas a lanzarse a conquistar nuevos mercados. Los productos orgánicos y fair trade son uno de los sectores más emergentes en Alemania, con unos consumidores cada vez más concienciados en el origen ecológico de su comida y que evitan los alimentos preparados en detrimento de los orgánicos. De igual manera, las exportaciones de productos del mar están creciendo de forma exponencial en los últimos años, habiendo pasado de los 2 millones de dólares en 2009 a más 73 en 2014.
Pero si hay un sector que está abriendo nuevos caminos en Europa ese es sin duda el del vino. En Alemania los caldos chilenos están muy bien valorados y tienen afianzada su posición en ese mercado.Mientras tanto en países como Polonia o Suecia el vino chileno comienza a conquistar a sus consumidores gracias a su excelente relación calidad precio, que ha llevado a que el sector tuviese en el último año unas exportaciones en toda Europa valoradas en 611 millones de dólares. Grandes oportunidades de negocio que están esperando nuevos emprendedores para conquistar estos mercados.
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